"SÍNDROME" DEL NIDO






Llevo ya varios días en los que me pregunto si no tendré el "síndrome" del nido... estoy ahora mismo embarazada de 30 semanas y desde hace ya un tiempo siento un impulso de ordenar la casa, limpiar y preparar todo lo necesario para la llegada de la peque, de echo a veces a unas horas de la noche en las que no puedo dormir (como ahora mismo) necesito liberar esa energía extra que siento en mí y que me impulsa entre otras cosas a comprar cosas tanto para la casa como para mi o para la niña... total que la cuenta corriente va menguando y eso me hace entrar en la siguiente fase mental de culpa o de sensación de "descontrol" así que sólo espero que esto termine cuando la niña nazca... o antes a poder ser.

En fin... la reflexión en cualquier caso que planteo es que por regla general las mujeres creemos que estas cosas que nos pasan son "raras" o cuando hablamos con nuestra pareja parece que nos hemos vuelto locas... así que mejor desgranar la cosa un poco. Lo curioso de esta fase es que seguir nuestro instinto de preparar el nido nos hace sentir culpables y mal porque nosotras no somos como el resto de hembras de animales, no nos engañemos, nosotras vivimos en una sociedad consumista, es lo que hemos mamado y claro aquí viene la cosa... cuando una mujer sigue su instinto prepara todo para la llegada del bebe y la cultura y creencias que tenga hacen que lo viva de una manera o de otra.

Es ni más ni menos que una oportunidad más para mirarnos a nosotras mismas y ver qué hay ahí dentro...

En mi caso, para preparar el nido pasamos por varios momentos, por un lado una mudanza en el segundo trimestre que ya teníamos pensado hacer cuando llegase ese momento, ya que intentamos aguantar el mayor tiempo posible en un piso de alquiler más económico hasta saber que el embarazo avanzaba y a partir de ahí ponernos a buscar una nueva casa adaptada para la nueva etapa.

Una vez que nos mudamos comenzó la aventura... ya que había que preparar el piso no sólo para la llegada de la peque sino también para poder vivir nosotros con cierta comodidad y por ello se nos juntó la compra del sofá, del frigorífico, la lavadora, el lavavajillas, el microondas, el mueble del salón... las cajoneras del armario... en fin... un montón de gastos extra que hemos ido sorteando estos meses y que afortunadamente hemos podido ir haciendo.

Junto a esta nueva mudanza había que ir tachando de la lista las cosas que teníamos que preparar para la llegada de la pequeñaja, así que en mi caso fui haciendo la lista de imprescindibles y poco a poco he ido comprando esas cosas...  informarme como embarazada novata ha requerido de muchas horas de búsqueda de información (supongo que a algunas os suena) y llegados a estos 7 meses empiezo a estar cansada.. y a desear terminar con la dichosa lista...

Claro está que esto es un proceso, que hay que vivir y cada parte vive lo que le toca, pero no puedo evitar pensar en que efectivamente soy una mujer consumisma a la que comprar cosas le da seguridad y sobre esta base es muy fácil que llegado este momento una comience a crear listas de cosas y a plantearse qué es necesario y que no... en fin... una buena reflexión para una noche de calor como la de hoy en la que una se levanta de la cama porque conciliar el sueño se vuelve complicado entre visitas al baño, sed, ansiedad o preocupación a veces generada por esa "culpa" y otras veces por miedos o a saber porqué otras cosas que nos asomen por nuestra cabecita...

En fin, de todas formas esas cosas externas que nos dan seguridad no dejan de ser eso: COSAS, pero la procesión va por dentro, como dicen las abuelas... y en el fondo debemos dar tiempo a la evolución interior que se vive durante el embarazo, a veces no es fácil y requiere confianza en una misma y en los demás, incluso requiere desaprender lo aprendido en muchos casos ya que algunas creencias tal vez se nos hallan quedado anticuadas y queda en nuestra mano adoptar otras nuevas.

Así que ahí os lo dejo... seguir nuestro instinto durante el embarazo no es malo de echo no es ningún "síndrome" pero sí que es una buena ventana para mirarse y ver aquello que hacemos que consideramos "imprescindible" o en lo que somos poco flexibles, dónde aparecen nuestras locuras de mujeres consumistas, o plantearnos la pregunta ¿es realmente necesario...todo esto? al fin y al cabo siempre podemos mirar al resto de hembras de mamíferos y ver que efectivamente hacen nidos, se preparan, limpian sus casas... descansan... osea siguen su instinto... pero no se van al centro comercial o se sienten culpables por traer más ramitas de las necesarias... eso sólo nos pasa a nosotras... será que tendemos a darle muchas vueltas al coco... pero con todo este quimbombo no me extraña que los hombres nos miren con cara de no entender nada... porque aquí queridas mías se nos junta el instinto irrefrenable y las hormonas con nuestras creencias, temores, presión social y cultural... en fin... un cóctel bastante interesante de vivir del que he de decir no somos víctimas sino responsables de mirar y reconocer dentro de nosotras para al menos liberarnos de esa ansiedad que nos quita el sueño...




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